Audi ha revelado su TT RS en Ginebra, con el regreso a los cinco cilindros. Según indican no está previsto que aparezca en los EE.UU. por lo pronto. Prevista su llegada a los concesionarios en verano y con carrocería coupé o roadster.
Nos aparece con un motor turboalimentado, con sincronización variable de válvulas, de inyección directa de 2.5 litros es capaz de obtener 340 CV que serán manejados con una relación manual corta de seis velocidades, capaz de pasar de 0 a 100 en 4,6 segundos - una décima más en el Roadster -.
El montaje del motor es transversal y se ha optado por un sistema quattro de tracción integral permanente para transmitir al suelo los 340 CV.
A la hora de enlazar curvas contamos con la ayuda de muchos asistentes mecánicos y electrónicos. Cuenta con un equilibrado reparto de pesos y una suspensión trasera independiente que anticipan grandes sensaciones. Dispone de un sistema de frenos con discos perforados de aluminio, 370 mm de diámetro delante y 310 mm detrás.
La influencia del R8 es clara en los paragolpes delanteros y calandra, apreciando los típicos faros de xenón con leds de luces. Casi a la altura del suelo encontramos la entrada de aire del difusor, un elemento aerodinámico destinado a mantener la estabilidad del coche a alta velocidad. En la parte posterior se ven dos grandes salidas de escape ovaladas y un pequeño spoiler. Para enfriar el aire de admisión y el sistema de sobrealimentación el RS cuenta con un intercooler de grandes dimensiones en la parte baja de la calandra.
El habitáculo, de por sí muy logrado, ve incrementado su atractivo gracias a unos asientos deportivos forrados en cuero Alcantara y un volante achatado en su parte baja, similar al que podemos encontrar en los Audi RS6 o R8.

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